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Título original: «Consejos prácticos para ahorrar energía en casa»

¡Ahorra energía, no enemigos! Consejos prácticos para reducir tu huella ecológica

En la actualidad, estamos más preocupados que nunca por el medio ambiente y la sostenibilidad. ¡Y es que nuestra huella ecológica está alcanzando dimensiones épicas! Sin embargo, no siempre tenemos claro cómo podemos contribuir a reducir nuestra huella. Pues bien, aquí te presentamos algunos consejos prácticos para ahorrar energía en casa.

1. Revisa el consumo eléctrico de tus electrodomésticos

La mayoría de los electrodomésticos consume energía incluso cuando no los estás utilizando. Por eso, es importante que revises su consumo y los desconectes de la corriente cuando no los vayas a utilizar.

¡Pero ojo! No te precipites y empieces a desenchufarlo todo como si fueras un ninja de la energía. Algunos electrodomésticos necesitan permanecer conectados para funcionar adecuadamente. ¿O acaso salvarás al planeta si desconectas el frigorífico y se te estropean las cervezas? Piénsalo dos veces.

2. Aprovecha al máximo la luz natural

La luz del sol es una fuente de energía gratuita y renovable, ¡aprovéchala al máximo! Mantén las cortinas o persianas abiertas durante el día para iluminar tu hogar de manera natural.

Eso sí, cuando no estés en casa asegúrate de bajar las persianas o cerrar las cortinas para que no se acumule demasiado calor. Que se supone que ahorrar energía no es para estar sudando a chorro, que esto no es un concurso de resistencia.

3. Ajusta la temperatura de tu hogar

Reducir la temperatura en tu hogar en invierno y aumentarla en verano puede ayudarte a ahorrar energía y dinero. En invierno, ajusta el termostato a unos 19 o 20 grados centígrados, y en verano, a unos 25 o 26 para evitar resfriados y golpes de calor.

Y si te parece que estos consejos son demasiado genéricos, aquí te va uno muy concreto: no te abrigues en invierno con una camiseta de manga corta y en verano no te tumbes en el sofá debajo de una manta. Parece obvio, pero a veces hay que decirlo.

4. Cambia tus bombillas

Las bombillas LED consumen menos energía que las bombillas incandescentes, y duran mucho más tiempo. Además, las bombillas LED son más eficientes y no emiten tanto calor como las incandescentes.

¡Que este consejo no te dé miedo! No hace falta que te conviertas en un electricista certificado para cambiar las bombillas. ¡Esto lo puede hacer hasta tu abuela!

5. Utiliza los electrodomésticos de manera inteligente

Intenta utilizar los electrodomésticos de manera inteligente. Por ejemplo, el lavavajillas utiliza mucha menos agua que lavar los platos a mano. ¡Y no tienes que dar rienda suelta a tus fantasías de chico de los anuncios de detergente! Además, asegúrate de que la nevera esté bien organizada para evitar corrientes de aire y que gaste menos energía.

En resumen, con unos pequeños cambios en nuestro estilo de vida podemos contribuir a reducir nuestra huella ecológica. Si todos ponemos nuestro granito de arena, ¡podemos conseguir grandes resultados! Y si no lo haces por ti, ¡hazlo por el oso polar! Que ya tiene bastante con el calentamiento global como para que encima le quiten la torta de cumpleaños.