No te sientas mal por hablar contigo mismo, estás en buena compañía
Porque solo los locos saben lo que está pasando
Hablar solos no es signo de locura, en realidad es una práctica común que muchas personas llevan a cabo en algún momento del día. Todos hemos experimentado hablar solos en algún momento, ya sea para ensayar una presentación, recordar una lista de compras o simplemente para desahogarnos. Lo cierto es que, quien habla consigo mismo, no solo no está loco, sino que es una persona muy inteligente.
¿Por qué hablamos solos?
Las personas que hablan solas a menudo lo hacen porque quieren reflexionar sobre un tema o porque necesitan resolver un problema. Al hablar solos, pueden analizar un situación desde diferentes perspectivas y encontrar una solución que de otra forma podría escapárseles de la mente.
Beneficios de hablar contigo mismo
Además de ayudarnos a reflexionar sobre un tema, hablar solos tiene una variedad de beneficios mentales para nuestra salud:
1. Alivia la ansiedad y el estrés: Cuando hablamos solos, nos damos la oportunidad de liberarnos de las emociones negativas que se han acumulado durante el día.
2. Aumenta la autoestima: Al hablar contigo mismo puedes darte la retroalimentación que necesitas para mejorar y aumentar tu confianza.
3. Fortalece la memoria: Pronunciar en voz alta una lista de tareas, hace más fácil el recordarlas.
4. Despierta la creatividad: Al hablar solos, nuestro cerebro se abre a nuevas ideas que pueden ser valiosas en el futuro.
¿Por qué a algunas personas les da vergüenza hablar solos?
La razón por la cual algunas personas tienen rechazo a hablar solos puede deberse a una falsa creencia de que es un síntoma de locura. Sin embargo, muchos de los más grandes artistas, músicos y políticos han admitido públicamente que hablan solos.
Consejos para hablar contigo mismo en público
Si te preocupa hablar solos en público, estos son algunos consejos que puedes seguir:
1. Practica en privado: Hablar solos en privado te dará la habilidad de controlar tu tono de voz y confianza.
2. Usa una grabadora: Graba tus discursos y escúchate a ti mismo para mejorar la dicción y la entrega.
3. Pide retroalimentación: Pide a alguien de confianza para que te escuche y te dé su opinión.
Conclusión
Hablar solos es una práctica beneficiosa que no debemos tener miedo de hacer. Así que, si te descubres hablando contigo mismo, no te sientas mal, recuerda que estás en buena compañía.