¿Sin pantalla? ¡Leica vuelve a lo antiguo con el M11-D!
Si pensabas que los avances tecnológicos siempre significaban más herramientas y funciones a tu disposición, te equivocas. Leica acaba de presentar su Leica M11-D, un modelo que ha decidido prescindir completamente de la pantalla trasera, optando por potenciar la experiencia fotográfica basada en la mira y en la propia cámara. ¿Locura o sabiduría? ¡Te lo contamos!
Cámaras retro es la onda
Antes de que te asustes, te recordamos que este es el mismo modelo del que hablábamos en su momento, el Leica M11, pero con una característica singular: ahora, cuando te tomes una foto, no podrás observar el resultado en la pantalla, tendrás que esperar hasta que descargues la fotografía en tu ordenador para verla.
En una época en la que estamos acostumbrados a tener una pantalla táctil con múltiples funciones y botones por doquier, ¿tendrá éxito una cámara que simplifica tanto la experiencia? Parece que sí. Lo retro está de vuelta y los amantes de la fotografía más puristas ahora tienen una opción más.
Un cuerpo sencillo, pero potente
En cuanto a su fisionomía, el Leica M11-D mantiene la estética que caracteriza a los modelos clásicos de la familia M, con una construcción robusta que ofrece la sensación de estar ante un auténtico objeto de culto.
Entre los avances que sí ha incluido en este modelo, el M11-D cuenta con mejoras en cuanto a la conexión y en el rendimiento del sensor, que ofrecen la calidad de imagen que se espera de una marca como Leica, combinado con la facilidad y rapidez en la transferencia de archivos de un modelo moderno.
¿Quiénes son los potenciales compradores?
A decir verdad, el mercado objetivo de Leica siempre ha sido el mismo: los fotógrafos más puristas y exigentes que no se dejan seducir por el marketing y buscan una herramienta que les permita exprimir al máximo sus habilidades.
También podríamos sumar a esta lista a todos aquellos profesionales que necesiten una cámara que les obligue a concentrarse en la toma de la fotografía y no tanto en detalles como la luminosidad de la pantalla o el uso excesivo de filtros.
En conclusión:
El Leica M11-D sigue la tendencia retro que marcan los modelos actuales y se proyecta como una opción interesante y singular en un mercado en el que las cámaras cada vez avanzan más en cuanto a la adaptación a las necesidades de los usuarios. Si te consideras un fanático de la fotografía y estás listo para concentrarte al máximo, entonces la pantalla no te hará falta.
¿Te animarías a probar el Leica M11-D? ¡Cuéntanos tu opinión en la sección de comentarios!