Adobe y su polémica generada por Firefly
Adobe ha presentado a su nueva inteligencia artificial generativa como la más responsable del mercado, pero ha generado cierta controversia. El periódico Bloomberg ha acusado a Adobe de haber entrenado a Firefly usando imágenes generadas por sus competidores, en especial Midjourney, uno de los líderes del sector.
El mundo de las inteligencias artificiales generativas
En el mundo de las inteligencias artificiales generativas, soluciones como Midjourney, Dall-E o Stable Diffusion se han dejado ver pronto. Sin embargo, el problema radica en que los modelos de IA utilizados se basan en millones de imágenes obtenidas de Internet, lo que potencialmente viola derechos de autor.
Adiós a las imágenes protegidas por el derecho de autor
Adobe buscaba evitar este problema con su propia IA generativa, Firefly. Adobe esperaba que Firefly usase exclusivamente imágenes libres de derechos y otras imágenes de su propiedad. Pero al parecer, la realidad parece ser algo diferente.
Adobe y su mercado gris
Según el artículo de Bloomberg publicado en abril de 2024, Firefly también usó la plataforma Adobe Stock, donde usuarios de todo el mundo pueden vender sus fotografías. El problema radica en que aproximadamente el 5% de las imágenes de Adobe Stock provienen de AI generativas como Midjourney o Dall-E.
Este hecho pone a Adobe en una «zona gris». Después de todo, las condiciones generales de Adobe Stock no prohíben a sus usuarios subir imágenes generadas por AI. Además, Adobe no ha violado directamente los derechos de autor estadounidenses, ya que las obras creadas por AI no están protegidas.
La polémica de Adobe
Aun así, Adobe se ha arriesgado al entrenar su propia IA con imágenes de sus competidores. Si un artista encuentra su obra en alguno de los visuales usados para alimentar Firefly, la compañía estadounidense podría estar en problemas.
Polémicas en IA generativas
Esta controversia no es algo nuevo en el mundo de las inteligencias artificiales generativas. El año pasado, Adobe otorgó bonificaciones que iban desde los 70 hasta los 1000 dólares a creadores cuyos trabajos fueron usados por Firefly. Esto puede parecer un gesto amable, pero no es nada comparado con los millones de dólares que Adobe podría ganar gracias a su nueva IA generativa.
Esperemos que Adobe se esfuerce en solucionar sus problemas legales y creativos antes de poner al mercado su tecnología.
